Los niños entre 4 y 6 años están en una etapa de desarrollo mental increíblemente rápida y absorbente; son muy curiosos, les llama la atención todo su entorno y de manera especial la creación de Dios.
Nuestro Creador estableció leyes que nos permiten entender cómo opera este mundo; entre ellas, las leyes que rigen la matemática, la ciencia sobre la cual se desarrollan las demás ciencias exactas; de ahí la importancia de poner en contacto a los niños con ideas y procesos que les permitan ir descubriendo estas leyes y aplicarlas, sobre todo, en su vida diaria.
Para Charlotte Mason, el verdadero valor de la matemática está, no solo en descubrir y aplicar sus verdades en la cotidianeidad (lo cual señalaba que era poco común), sino también en “la instrucción de las facultades de razonamiento y en los hábitos de perspicacia, prontitud, precisión y veracidad intelectual que engendra…que la lección de aritmética sea para el niño un ejercicio diario de pensamiento claro y ejecución rápida y cuidadosa, y su crecimiento mental será tan obvio como el brote de las plántulas en primavera.” (Volumen 1, pp.254,261); para ello, propuso presentar lecciones matemáticas siempre al nivel del niño, usando objetos comunes para él, como frijoles, botones, fichas (e incluso sus propios juguetes), que el niño pueda manipular libremente en sus ejercicios.
Descubrir la matemática y establecer los fundamentos para su ejecución requiere un esfuerzo complejo pero para los niños menores de 6 años, todo es fácil a través del juego; así, para nuestras lecciones, llevaremos el libro de Pre matemática del profesor Hans Ruegg, matemático creyente que educó a sus hijos en casa, quien se dedicó a sistematizar por escrito el trabajo que realizó con ellos, a fin de dejarlo disponible para todas aquellas familias y educadores que compartieran su visión de la enseñanza y la matemática. En sus libros, este autor siempre busca dar gloria a Dios y mostrar la presencia y aplicación de la matemática en la vida diaria, relacionando las verdades matemáticas con la creación y con las verdades eternas en la Palabra de Dios como el orden, la belleza, la eternidad de Dios, por nombrar algunas.
Dicho lo anterior, lo que buscamos en este club es que los niños se acerquen a la matemática de manera muy concreta y con objetos familiares para ellos, jugando y pasando un buen tiempo con sus padres y/ o tutores, para descubrir los números y desarrollar los fundamentos matemáticos de orden, relaciones, la Geometría y el espacio, así como los hábitos de rapidez, precisión y veracidad.
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